lunes, 14 de marzo de 2016

Citoquinas y Linfocitos T

Introducción
Las citoquinas (o citocinas) son un grupo de proteínas de bajo peso molecular que actúan mediando interacciones complejas entre células de linfoides, células inflamatorias y células hematopoyéticas.
Sus funciones son muy variadas, pero se pueden clasificar en unas pocas categorías:
   diferenciación y maduración de células del sistema inmunitario;
   comunicación entre células del sistema inmunitario;
   en algunos casos, ejercen funciones efectoras directas.

En el pasado reciente hubo un cierto galimatías con la cuestión de su denominación. Así, muchas de las primeras citoquinas se descubrieron como señalizadoras entre leucocitos, por lo que se denominaron interleuquinas; otras eran secretadas por monocitos/macrófagos, por lo que se llamaron monoquinas. Sin embargo, muchas de esas sustancias son producidas por otros tipos celulares, por lo que se desaconseja el uso de esas denominaciones, para agruparlas a todas bajo el concepto de citoquinas. Las quimioquinas (o quimiocinas) son un tipo de citoquinas de pequeño tamaño, con papeles en la respuesta inflamatoria y la quimiotaxis de fagocitos.
Propiedades generales de las citoquinas
Las citocinas pueden ser producidas como moléculas precursoras grandes que pueden ser procesadas mediante la proteólisis mediada por las enzimas hacia las formas de peso molecular más bajo. En ciertos ejemplos la forma precursora más grande es inactiva, mientras que las otras formas precursoras pueden tener actividad biológica. Las mitades de carbohidratos de las citocinas glicosiladas no parecen ser necesarias para la actividad biológica, pero pueden afectar su farmacodinamia. Las citocinas son moléculas secretadas característicamente en varias cantidades, las cuales son rápidamente sobrereguladas en respuesta a varios estímulos ambientales (incluyendo las concentraciones aumentadas de otras citocinas). Estas pueden tener efectos sobre sus células de origen (efectos autócrinos), sobre células adyacentes de otros tipos (efectos parácrinos) ó sistemáticamente (efectos endocrinos). 
Las citoquinas son secretadas por varias células implicadas en la respuesta inmune como respuesta a un estímulo, y actúan sobre las células diana que expresan en su membrana receptores específicos para una citoquina dada.
Las acciones de las citocinas son a menudo redundantes. Muchas funciones atribuidas originalmente a una citocina comparten propiedades de varias citocinas diferentes. Las citocinas, como otras hormonas polipeptídicas, inician su acción uniéndose a receptores específicos en la superficie de la célula diana. La célula diana relevante puede ser la misma célula que secreta la citocina (acción autócrina) una célula cercana (acción parácrina) o, como las verdaderas hormonas, una célula distante que se estimula a través de las citocinas secretadas a la circulación (acción endocrina). En consecuencia solo necesitan producirse cantidades muy pequeñas de citocinas para desencadenar efectos biológicos. 
Funciones
Tienen la capacidad de inducir o inhibir la producción o la actividad de otras citocinas. Son moléculas con actividad: a) Pleiotrópica. Una citocina puede actuar sobre varios tipos celulares y hacerlo demanera diferente. b) Redundante. Distintas citocinas producen efectos similares. c) Sinérgica o antagónica. Cuando al actuar conjuntamente se potencializan o neutralizan sus funciones. Reclutan células para la zona del conflicto e inducen la generación de nuevas células. Regulan la duración y magnitud de las respuestas natural y específica. Además de modular la respuesta inmune, participan en la embriogénesis, la hematopoyesis, la angiogénesis, la cicatrización, el crecimiento y en la interrelación del eje neuroinmuno-endocrino, entre otras actividades.
Receptores de citoquinas
Existen receptores solubles y celulares o de membrana. Algunos pueden ser compartidos por las citocinas, como el expresado para la IL-2 (IL-2R), cuya cadena gamma constituye una señal de traducción común para las citocinas IL: 2, 4, 7, 9 y 15. Si este receptor se altera, se produce una inmunodeficiencia combinada severa. La mayor parte de los receptores de citoquinas del sistema inmune pertenecen a la familia de clase I (de receptores de hematopoyetinas). Todos sus miembros tienen en común poseer una proteína anclada a membrana, con un dominio extracelular en el que hay al menos un motivo característico llamado CCCC (cuatro cisteínas cercanas en posiciones equivalentes) y el llamado motivo WSXWS (Trp-Ser-X-Trp-Ser). (Adicionalmente, algunos miembros poseen dominios de tipo Ig y/o dominios de tipo fibronectina). Tras su porción transmembrana se encuentra una larga cola citoplásmica con ciertas tirosinas susceptibles de fosforilación.
Traducción de señal
Recientemente se han producido avances importantes en el desentrañamiento de la ruta que conduce desde la unión de la citoquina con el receptor de la célula diana hasta la activación de la transcripción de los genes cuyos productos son responsables de los efectos de dichas citoquinas. He aquí un modelo general que se puede aplicar a muchos receptores de las clases I y II:
1.La citoquina provoca la dimerización de las dos subunidades del receptor (cadenas a y b), lo que coloca cercanas a sus respectivas colas citoplásmicas.
2.Una serie de proteín-quinasas de la familia de JAK (quinasas Jano) se unen a las colas agrupadas de las subunidades del receptor, con lo que se esas quinasas se activan.
3.Las JAK se autofosforilan.
4.Las JAK fosforilan a su vez determinadas tirosinas de las colas del receptor.
5. Entonces proteínas de otra familia, llamada STAT (iniciales inglesas de transductores de señal y activadores de transcripción) se unen a algunas de las tirosinas fosforiladas de las colas del receptor, quedando cerca de las JAK.
6. Las JAK fosforilan a las STAT unidas a las colas del receptor.7
7. Al quedar fosforiladas, las STAT pierden su afinidad por las colas del receptor, y en cambio tienden a formar dímeros entre sí. (Las tirosinas fosforiladas que han quedado libres en las colas del receptor sirven para unir nuevos monómeros de STATs).
8. Los dímeros de STAT fosforilados emigran al núcleo de la célula, donde actúan ahora como activadores de la transcripción de ciertos genes, al unirse a secuencias especiales en la parte 5’ respecto de las respectivas porciones codificadoras.
Antagonistas de citoquinas
La actividad biológica de las citoquinas está regulada fisiológicamente por dos tipos de antagonistas: Los que provocan el bloqueo del receptor al unirse a éste. Los que inhiben la acción de la citoquina al unirse a ésta. Como ejemplo de bloqueador de receptor tenemos el antagonista del receptor de IL-1 (IL- 1Ra), que bloquea la unión de IL-1α o IL-1β. Desempeña un papel en la regulación de la intensidad de la respuesta inflamatoria. En la actualidad se está investigando su potencial clínico en el tratamiento de enfermedades que cursan con inflamación crónica. NOTA: las dos citocinas clave en la patogénesis de la Artritis Reumatoidea (AR) son la interleucina-1 (IL-1) y el factor de necrosis tumoral alfa ( TNF-α) Los inhibidores de citoquinas suelen ser versiones solubles de los respectivos receptores (y se suelen denominar anteponiendo una "s" al nombre del receptor): la rotura enzimática de la porción extracelular libera un fragmento soluble que retiene su capacidad de unirse a la citoquina. Existen ejemplos de versiones solubles de los receptores IL-2R, IL-4R, IL-7R, IFN- γ R, TNF-α R, TNF-β R.
IL-1 Fiebre, acidosis metabólica, leucopenia, trombocitopenia, hemorragias, edema pulmonar IL-4 Desarrollo de procesos alérgicos IL-6 Resorción ósea, atrofi a muscular, anemia, coagulopatía de consumo TNF-α Fiebre, acidosis metabólica, leucopenia, trombocitopenia, hemorragias, edema pulmonar IFN-γ Efecto sinérgico con endotoxinas bacterianas
Linfocitos T
Los linfocitos T (algunas veces llamadas células T) son otro tipo de células inmunológicas. Los linfocitos T no producen anticuerpos moleculares. Las funciones especializadas de los linfocitos T son :
1) atacar directamente antígenos extraños como virus, hongos, tejidos transplantados 
2) para actuar como reguladores del Sistema Inmunológico. 

Los linfocitos T se desarrollan de células madre en la médula ósea. Temprano en la vida del feto, células inmaduras migran al timo, un órgano especializado del Sistema Inmunológico en el pecho.
En el timo, los linfocitos inmaduros se desarrollan a linfocitos T maduros ("T" por el Timo). El Timo es esencial para este proceso, y los linfocitos T no se pueden desarrollar en el feto si no tiene Timo. Linfocitos T maduros dejan el Timo y se van a otros órganos del Sistema Inmunológico, como el baso, nodos linfáticos, médula ósea y la sangre. 

Cada linfocito T reacciona con un antígeno específico, así como cada anticuerpo reacciona con un antígeno específico. De hecho, los linfocitos T tienen moléculas en la superficie que son como anticuerpos que reconocen antígenos.
Maduración de las células T
Desarrollo del Timo
El estroma tímico surge al inicio del desarrollo embrionario a partir de capas ectodérmicas y endodérmicas procedentes del tercer bolsillo faríngeo y de la tercera hendidura branquial. Estas dos estructuras se invaginan, y se cierran, y las dos capas quedan superpuestas, de modo que la ectodérmica rodea a la endodérmica, formando el llamado rudimento tímico.
Activación de los linfocitos T coadyudantes
La activación y expansión clonal de TH es un acontecimiento central en la producción de las respuestas inmunes específicas (tanto la humoral como la celular). Se trata de un proceso complejo que en los últimos años está siendo paulatinamente desentrañado. Antes de entrar en detalles, podemos resumirlo para tener una idea general:os linfocitos T vírgenes son células en reposo que se encuentran "aparcadas" en la fase G0 del ciclo celular. La activación, proliferación y diferenciación de estas células es un fenómeno complejo.
La activación se inicia cuando el linfocito TH interacciona, a través de su complejo TCR-CD3, con el antígeno peptídico (exógeno) -procedente de procesamiento endosómico- enclavado en el surco de MHC-II de una célula presentadora. En esta interacción inicial, y en la señal que se va a producir, participan, además, moléculas accesorias, como el correceptor CD4.
  Esta interacción inicial "dispara" una compleja cascada de acontecimientos bioquímicos, en la que son esenciales actividades quinasas y fosfatasas, y que culminan con la activación y expresión de diversos genes, entre los que se cuentan el de la IL-2 y el de su receptor.
  La secreción autocrina de IL-2 por parte de los linfocitos TH hace que éstos salgan de la fase G0 y entren y progresen en el ciclo celular: ello provoca la proliferación y diferenciación de la célula T en dos subpoblaciones: una de células efectoras (las T coadyuvantes o colaboradoras) y las TH de memoria.
  Pero para que ocurra esto se requieren, además señales coestimulatorias. Si tales señales químicas no se suministran al tiempo en que se está produciendo la interacción específica TCR-péptido-MHC, se induce un estado de incapacidad de respuesta inmune que se denomina anergia, que se manifiesta en tolerancia inmunológica hacia el estímulo antigénico.
Mecanismo de acción de los  linfocitos T.
Los linfocitos TCD8 o citotóxicos (LCT) son activados por células que han sido infectadas por virus. Como consecuencia de la infección, la célula activadora presenta en su membrana el Complejo Principal (Mayor) de Histocompatibilidad (MHC) de clase I unido a un péptido (10 aminoácidos), perteneciente al antígeno. La activación de este linfocito provoca la formación y proliferación de células de memoria y células activas. Las células T citotóxicas activas llevan a la destrucción de la célula diana mediante adhesión estrecha, con polarización de la célula T y liberación de sustancias almacenadas en gránulos preformados. Estos gránulos contienen proteínas, como la perforina, que genera poros que permiten el paso de agua y electrolitos, induciendo lisis osmótica. También en éstos se encuentran las enzimas granzimas, que ingresan a la célula a través de los poros formados en la membrana; tiene la capacidad de inducir la muerte celular mediante la fragmentación del ADN de la célula blanco, probablemente induciendo el mecanismo de apoptosis.
Mecanismo de actuación de linfocitos TCD4
Linfocitos TH2 o Cooperadores:  Los linfocitos TH2 o cooperativos son activados por las Células Presentadoras de Antígenos (CPA), que, en este caso, son linfocitos B. El linfocito B capta un antígeno, lo fagocita y degrada. Posteriormente, se presenta un péptido (13 aminoácidos) perteneciente al antígeno degradado, unido al Complejo Principal de Histocompatibilidad (MHC) de clase II en la membrana del linfocito B. El CHM clase II unido al péptido interacciona con un linfocito TH2 naïve, activándolo. El linfocito TH2 activado produce linfocinas, que actúan sobre los linfocitos B, estimulando su transformación en células de memoria o células plasmáticas.
Linfocitos TH1 o inflamatorios: Los linfocitos TH1 o inflamatorios son activados por las Células Presentadoras de Antígenos (CPA), que presentan el Complejo Principal de Histocompatibilidad (MCH) de clase II (péptidos en su membrana). Sólo son activados los linfocitos TH1 naïve o vírgenes, que tienen el receptor T, complementario al antígeno presentado por las CPA. Estos linfocitos activados se dividen y originan células de memoria y células efectoras armadas, que producen citocinas, provocando la proliferación de los linfocitos TH1, la actividad fagocítica de los macrófagos y, sobre todo, la actividad citotóxica de los linfocitos TCD8.
El TCR tiene colas citoplásmicas cortas que por sí mismas son incapaces de señalización intracelular. Una vez que dicho TCR se une al péptido:MHC, esta señal se transduce al interior de la célula T por medio de los dominios citoplásmicos de CD3, el correceptor CD4 y varias moléculas accesorias (CD2, CD45). Dicha transducción de señal se realiza por medio de una serie de proteín-quinasas y proteín-fosfatasas. Antes de pasar a ver las rutas bioquímicas de transducción de señal, haremos una breve descripción de algunas de estas enzimas implicadas.
Linfocitos T de memoria
Los T de memoria surgen como subpoblaciones diferenciadas a partir de la proliferación de T vírgenes y T efectores durante una respuesta primaria.
  Permanecen en reposo (fase G0) durante mucho tiempo (hasta 30 años o más), como una subpoblación expandida, una vez que ha declinado la subpoblación "hermana" de células T efectoras.
  Están preparadas para responder de un modo más rápido e intenso cuando se vuelvan a encontrar con el antígeno (en la respuesta secundaria). Ello se debe en parte a que poseen menores requerimientos para ser activadas.
  En general poseen el mismo tipo de moléculas de membrana que los T efectores correspondientes. De hecho,los  linfocitos T de memoria y los T efectores son difíciles de distinguir entre sí, salvo que los primeros están en fase G0 y tardan más tiempo en en responder que los T armados.
  Al igual que los T vírgenes recirculan continuamente entre la sangre y la linfa, pero al carecer de L-selectina y presentar otras moléculas de adhesión, su patrón de recirculación es distinto: Al carecer de L-selectina, no se unen a las vénulas de endotelio alto (HEV) de los ganglios. En cambio, tienden al tejido terciario (no linfoide), incluyendo la lámina propia del intestino, superficies epiteliales de pulmones, de piel, etc. En general tienden a emigrar al tejido en el que las células T progenitoras fueron estimuladas durante la respuesta primaria. Esto es un valor adaptativo, ya que es evidente que si un patógeno entró por determinado sitio, es probable que una segunda entrada de ese agente tenga lugar en el mismo tipo de tejido.
Linfocitos T Efectores
Unas 48 horas después de su activación, la célula T se convierte en un blasto (aumenta su tamaño) y comienza a proliferar en el ganglio linfático, diferenciándose al cabo de 5-7 días en una subpoblación de células efectoras especializadas y otra subpoblación de T de memoria. Las células T efectoras pueden ser de tres tipos funcionales diferentes:
  TC: son las T matadoras (citotóxicas), que suelen ser fenotípicamente CD8+.
  TH1: son las denominadas T inflamatorias, y su papel estriba en activar a macrófagos. Suelen ser fenotípicamente CD4+.
  TH2: denominadas T colaboradoras o coadyuvantes en sentido estricto, especializadas en secretar ciertas citoquinas que son esenciales en la activación de células B y T. Suelen ser CD4+.
•Presentador Por
•Germitha milius 2 11 0057
•Cherlandine Pierre 2 11 2836
•Sony Almazor 1 12 1857
•Gabriel Joseph 1 10 1974
•Presentado A
•Dra. Mirtha Villa Navia

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